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ANDONI ALONSO / INVESTIGADOR Y CATEDRÁTICO DE FILOSOFÍA EN LA UNIVERSIDAD CARLOS III DE MADRID

'Los mayores poseen una mirada fresca sobre la tecnología que otros grupos de edad no tienen'

Este experto explica en esta entrevista que hay una discriminación general en facetas diferentes y, en consecuencia, en la tecnología también

Cristina Villanueva 22-12-2021

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PREGUNTA. - Usted sostiene una idea interesante, que la población de más edad se enfrenta a un ‘darwinismo tecnológico’, ¿qué quiere decir con esto?

RESPUESTA.- La tecnología es como una especie de ecosistema y hay competencia de diversos dispositivos y la mejor es la que sobrevive, eso es falso, pero funciona. También hay una idea de que son los usuarios los que se tienen que adaptar a la tecnología y no al revés, y esto genera un problema para las personas mayores. En este sector, para quienes nacieron antes del baby boom, la tecnología no está diseñada y no pueden utilizarla. Sin embargo, no interesa que se adapte, porque el mercado se fija en los potenciales consumidores y son personas más jóvenes. Los senior son un grupo no demasiado relevante a nivel cuantitativo, ya que tienen consumidores más jóvenes que les compensan. Cuando este sector poblacional, como potenciales consumidores, sea suficientemente grande, la tecnología se adaptará a ellos.

P.- ¿Cree que se puede producir una discriminación a los mayores por no saber adaptarse al mundo digital?

R.- Hay una discriminación general a los mayores, en facetas diferentes y, en consecuencia, en la tecnología también. Claro que existe, pero es un reflejo de los comportamientos sociales, en general. Habría que tener una conciencia ciudadana. Si los mayores importasen, no se permitiría esa discriminación. 

P.- Por lo tanto, las personas mayores pueden integrarse bien en las nuevas tecnologías 

R.- La comprensión de lo que significa utilizar las tecnologías es muy superior en las personas mayores que en otros grupos de edad. Tienen una idea de la privacidad y del uso de datos muy superior a cualquier chico joven. Ellos se hacen la pregunta de qué pasa con sus datos, algo que los adolescentes y la gente joven no suele hacer, y es algo obvio que todos deberíamos plantearnos. Además, conservan una mirada fresca sobre la tecnología y sus implicaciones que otros grupos de edad no tienen. Ellos no están colonizados por una forma uniforme de ver las cosas. Son un público más crítico y analista. 
Una sociedad que es capaz de despreciar la experiencia, refleja un efecto perverso de lo que podríamos llamar ‘una forma tecnológica de pensar’. El 2.0 borra el 1.0, no hay memoria, ¿para qué lo necesitamos? Pues con las personas mayor pasa lo mismo, representan nuestro pasado y nos dicen dónde estamos, qué elegimos, por qué lo elegimos, a dónde nos ha conducido y qué deberíamos hacer en el futuro. Y esto no interesa. Preferimos una visión mucho más trivial.
La tecnología ha reforzado esa visión de progreso, de cambio y todo lo que nos recuerda el pasado es un rémora. El pasado está bien como parque temático, para hacer una novela, una película... pero no queremos que tenga ningún tipo de efecto en el presente. De ahí este desprecio hacia los mayores, aunque es una postura muy peligrosa. Lo divertido de la falta de memoria es que, en el futuro, los que hoy discriminan a las personas mayores también se van a quedar obsoletos y van a pertenecer a ese grupo de edad. Por lo tanto, puesto que vamos a envejecer, intentemos comportarnos con cierta coherencia y sentido común, pero eso no abunda hoy en día.

P.- Sin embargo, las nuevas tecnologías abren un mundo de posibilidades en la mejora de la atención social y sanitaria. ¿Se está haciendo bien esta evolución?

R.- La evolución se está haciendo muy mal. Pensamos que la tecnología es autónoma, que va por su cuenta, pero no es así. Vivimos una época donde la gente considera importante las tecnologías disruptivas. Hemos renunciado a controlar lo que nos pasa y esto no puede ser bueno. Porque podemos hacer cosas para tener resultados, que igual no salen como queríamos, esto no es malo. Pero en la situación actual, si viene algo bueno será por casualidad. Y lo más seguro es que tendremos una cascada de desastres y una reacción contra ellos. 

P.- ¿Cuáles son las repercusiones del uso masivo de Internet está teniendo en la sociedad?

R.- Internet es una de las invenciones más extraordinaria que se ha hecho nunca, pero es un producto cultural y las culturas cambian. En los años 90 y en el 2000 era el paraíso para académicos, gente innovadora, creativa… pero ahora es algo completamente distinto. Hubo oportunidades para hacer cosas desde el punto de vista social muy interesantes e ilusionantes, pero Internet cada vez se convierte más en una cuestión privada, con interés únicamente de beneficio. Sin embargo, en sus comienzos facilitaba que el conocimiento estuviese al alcance de todo el mundo, que era una idea un poco lustrada, pero muy positiva. Si ahora solo se mira el beneficio, esto nos da una idea de los valores que se persiguen.



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